El diseño debe contemplar la precisión y la exactitud requerida en la construcción de cada una de las partes
de un aparato a construir. También debe contemplar cómo debe ser la calidad superficial
de las piezas para asegurar la adecuada función de cada una de ellas. Los procesos
diversos ejecutados en el taller deben tomar en consideración estas variables,
así como el costo de producción necesario para cumplir con la tolerancia y
calidad superficial deseada.
La precisión y exactitud son especificadas como ± la tolerancia
de cada una de las dimensiones de las partes. La rugosidad superficial está
especificada como la RMS (Raíz Media Cuadrática) de las variaciones en la
altura de una superficie.
La figura 1, muestra una indicación aproximada de la tolerancia
normalmente aceptable en los procesos de taller mencionado. La figura 2,
especifica la calidad superficial obtenida en procesos de taller y procesos
industriales usados en la manufactura de partes de máquina.
Un punto a considerar es que a menudo es posible utilizar
materiales que ya vienen desde el proveedor con una calidad superficial
adecuada. Cabe señalar además que las tolerancias y calidad superficial que se
pueden obtener, dependen del tamaño de la pieza que se está considerando. Una
tolerancia de 60,05 mm (6,002”) es fácil de obtener en una operación de fresado
sobre una pieza que tiene sólo unos pocos centímetro de diámetro. En una parte
100 veces más grandes, una tolerancia de 60,5 mm (6,02”) es lo mejor que se
puede obtener durante una operación de fresado; sin utilizar procedimiento que
impliquen considerable gastos y grandes esfuerzos.
En:
Building Scientific Apparatus. Moore,
Davis, y Coplan; 2009.
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